El acero es un metal extraído de una aleación entre hierro y carbono. Se caracteriza por su resistencia, porque se puede procesar térmicamente, es decir, solo se puede procesar en estado líquido. Una vez que se endurece, su manejo es casi imposible.
En cuanto a los dos elementos (hierro y carbono) que componen el acero, estos se encuentran en la naturaleza. Por ello, son activos en la producción en masa.
El acero es básicamente una aleación o combinación de hierro y carbono, es básicamente hierro altamente refinado (más del 98%). Su fabricación comienza con la reducción del hierro (producción de arrabio) y luego se convierte en el metal denominado.
Su denominación refiere a los elementos antiguos que hacían las armas de filo. La palabra está compuesta por las palabras latinas “aciarĭum”, “acĭes” o filo en etimología, mientras que la palabra griega “akē” significa punta.
Características fundamentales del acero
El acero tiene propiedades importantes e indispensables que lo hacen útil en la industria automotriz, construcción de viviendas e innumerables artes más. Sus características básicas incluyen:
Sus componentes
En cuanto a la composición del acero, el hierro y otros elementos como el carbono, manganeso, fósforo, níquel, azufre, cromo, entre otros, son básicos. El cambio en la composición es la causa de varios grados y rendimiento. En el caso de la arquitectura, mientras mejores sea sus componentes, será ideal para los grandes proyectos.
Densidad
Su densidad media es de 7850 kg / m3. Dependiendo de la temperatura, puede contraerse, expandirse o derretirse. El punto de fusión depende del tipo de aleación y del porcentaje de elementos de aleación.
Corrosión
Debido a la exposición continua a la intemperie o factores externos, la composición eléctrica del material cambia, logrando así el deterioro de moléculas y partículas, resultando en corrosión y abrasión.
Conductividad
Tiene alta conductividad, aunque todo esto dependerá de su composición.
AceroSignificado y Definición de Acero
El término acero sirve comúnmente para denominar, en ingeniería metalúrgica, a una mezcla de hierro con una cantidad de carbono variable entre el 0,03 % y el 2,14 % en masa de su composición, dependiendo del grado. Si la aleación posee una concentración de carbono mayor al 2,14 % se producen fundiciones que, en oposición al acero, son mucho más frágiles y no es posible forjarlas sino que deben ser moldeadas.
No se debe confundir el acero con el hierro, que es un metal duro y relativamente dúctil, con diámetro atómico (dA) de 2,48 Å, con temperatura de fusión de 1535 °C y punto de ebullición 2740 °C. Por su parte, el carbono es un no metal de diámetro menor (dA = 1,54 Å), blando y frágil en la mayoría de sus formas alotrópicas (excepto en la forma de diamante). La difusión de este elemento en la estructura cristalina del anterior se logra gracias a la diferencia en diámetros atómicos, formándose un compuesto intersticial.
La diferencia principal entre el hierro y el acero se halla en el porcentaje del carbono: el acero es hierro con un porcentaje de carbono de entre el 0,03 % y el 1,075 %; a partir de este porcentaje se consideran otras aleaciones con hierro.
Cabe destacar que el acero posee diferentes constituyentes según su temperatura, concretamente, de mayor a menor dureza, perlita, cementita y ferrita; además de la austenita (para mayor información consultar el artículo Diagrama hierro-carbono).
El acero conserva las características metálicas del hierro en estado puro, pero la adición de carbono y de otros elementos tanto metálicos como no metálicos mejora sus propiedades físico-químicas.
Existen muchos tipos de acero en función del elemento o los elementos aleantes que estén presentes. La definición en porcentaje de carbono corresponde a los aceros al carbono, en los cuales este no metal es el único aleante, o hay otros pero en menores concentraciones. Otras composiciones específicas reciben denominaciones particulares en función de múltiples variables como por ejemplo los elementos que predominan en su composición (aceros al silicio), de su susceptibilidad a ciertos tratamientos (aceros de cementación), de alguna característica potenciada (aceros inoxidables) e incluso en función de su uso (aceros estructurales). Usualmente estas aleaciones de hierro se engloban bajo la denominación genérica de aceros especiales, razón por la que aquí se ha adoptado la definición de los comunes o "al carbono" que además de ser los primeros fabricados y los más empleados, sirvieron de base para los demás. Esta gran variedad de aceros llevó a Siemens a definir el acero como «un compuesto de hierro y otra sustancia que incrementa su resistencia».