Los mallazos son elementos básicos en cualquier obra arquitectónica, pues en la base, es lo que ayuda a que la obra se mantenga firme. A continuación explicamos lo que es y los distintos tipos de esta.
¿Qué es un mallazo?
Es un tejido de acero inoxidable, aunque también se puede utilizar de cobre, bronce o aluminio. Este se utiliza para crear mallas con distintos grados de aberturas y rigidez. Su propósito central es aportar firmeza a la estructura de la obra y evitar que esta se resquebraje por el peso.
Aplicaciones del mallazo
Tiene muchas aplicaciones en arquitectura e interiorismo. Estas pueden ser erramiento de pabellones, pabellones o cocheras, reparación de paredes exteriores, ascensores, escaleras, suelos, techos, protección de huecos, división de espacios, etc.
La propia empresa puede encargarse de calcular la resistencia, el tamaño y la distancia, proporcionando los accesorios y la instalación.
Tipos de mallazo existentes
La amplia gama de modelos se divide en cuatro tipos fundamentales:
- Vel, tejido de gran tamaño, flexible y abierto, que se puede instalar mediante un sistema de tensado.
- Medio equilibrado, flexible, similar a la cota de malla, apto para aberturas y tabiques.
- Tejidos acolchados, abiertos y rígidos, aplicados a revestimientos de paredes y suelos.
- Paneles, cierres y tejidos rígidos, usos más permanentes: ascensores, muros y muros exteriores.
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